Mientras nos sentábamos a la mesa que nos habían asignado, noté una mujer evidentemente borracha sentada sola a una mesa no muy lejos de la nuestra.
Cada tanto, durante el tiempo que esperábamos que el mozo nos trajera la carta, volvía a mirar a esta mujer que mecía su copa de vino con la mirada perdida en el vacío.
Mi mujer, dándose cuenta de la atención que estaba dando a esta persona, me preguntó: "La conocés?"
"Si..." le dije suspirando. "Es mi ex mujer, es la primera vez que la veo desde que nos separamos, hace dos años. Evidentemente lo que me contaron es cierto: ni bien la dejé se puso a tomar y desde ese entonces non la han vuelto a ver sobria".
"Dios mio!", exclamó mi mujer, "Es increible que una persona pueda festejar por tanto tiempo, no?"
-------------------------------------
Nessun commento:
Posta un commento