Como marido y mujer!

Una empresa manda a sus dos mejores vendedores, un hombre y una mujer, de viaje por trabajo. Él está casado y tiene dos hijos, ella es soltera, no es lo que se dice joven, pero se cuida mucho y tiene un físico casi perfecto.

Llegan al hotel de noche.

Allí descubren que, por un malentendido entre la empresa y el hotel, lamentablemente no hay cámaras disponibles.

Llaman al responsable del hotel y al de la empresa, y entre miles dificultades consiguen librar una sola cámara.

Los dos se miran en manera interrogativa sin saber qué hacer hasta que ella rompe el hielo: "Y dale! No somos chiquilines, no? La situación es un poco desagradable pero no es el fin del mundo..."

El conserje la interrumpe: "Escuche, señora, la cámara tiene una sola cama matrimonial..."

Ella titubea un par de segundos pero después responde: "Y bueno, no se preocupe, está bien así!".

Cuando entran en la cámara él, caballerescamente, insiste en dormir por el piso y ella dice: "Pero no seas tonto! Qué vas a dormir por el piso! Mañana tenés que estar perfectamente despierto para tratar con nuestros compradores. Dormamos en la cama los dos, no tendrás miedo que te coma, no?"

Se acuestan los dos y él se duerme enseguida. Ella, un poco herida en su orgullo, después de un rato alza la voz: "Dios mio! qué frio que hace acá! Uh! disculpame, estabas durmiendo?"

"Nnno, nnno... nno estaba dormido. Esperame un segundo que voy a buscarte una frazada"

Medio tarado de sueño se levanta, agarra una frazada del guardarropa, la pone en la cama y se vuelve a acostar.

Pocos minutos después, ella: "Ay, pero yo tengo frío todavía!"

Despertándose sobresaltado, él: "Ah, si, un segundo, vuelvo enseguida". Se levanta y agarra otra frazada.

Pasan pocos minutos...

"Ay, pero yo no consigo calentarme! No sentís vos también el frío que hace?"

"No, realmente no, pero no te preocupes, voy a buscarte otra fraz..."

"No, no, no te molestes. Yo diría más bien que... por qué no hacemos como si fuéramos marido y mujer?"

(Él con evidente embarazo): "Bueno... si... pero... estás segura?"

"Pero si! Dale! Hagamos como si fuéramos marido y mujer!"

"Bueno, si insistís... «Escuchame rompepelotas! No te aguanto más con esta historia del frío! Qué mierda te creés?! Ya es la tercera vez que me despertás! Andá a cagar, rompebolas! Si tenés frío te levantás vos y te la buscás sola la frazada!»"

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